Existen dos sistemas básicos para
representar los números mediante signos: la «numeración arábiga», llamada así
porque fue introducida en Occidente por los árabes, y la «numeración romana»,
heredada de los romanos.
Además, los números pueden
representarse mediante palabras, denominadas «numerales». En la numeración
arábiga, cualquier número puede representarse mediante la combinación de solo
diez signos, llamados cifras o dígitos: 0, 1, 2, 3, 4, 5, 6, 7, 8, 9; la
numeración romana se basa en el empleo de siete letras del alfabeto latino, a
las que corresponde un valor numérico fijo.
Debido a su mayor simplicidad, la
numeración arábiga sustituyó en la Edad Media al sistema romano, que ya no se
emplea en la actualidad, salvo en unos pocos casos. En los textos escritos
pueden emplearse tanto cifras como palabras.
1. Uso de cifras o de
palabras
La elección de cifras o de
palabras en la escritura de los números depende de varios factores: el tipo de
texto de que se trate, la complejidad del número que se deba expresar y el
contexto de uso. Así, en general, en textos científicos y técnicos es más
normal, por su concisión y claridad, el empleo de cifras, y resulta obligado
cuando se trata de operaciones matemáticas, cómputos estadísticos, inventarios,
tablas, gráficos o cualquier otro contexto en que el manejo de números es
constante y constituye parte fundamental de lo escrito.
Por las mismas razones de
concisión y claridad, en carteles, etiquetas, titulares periodísticos y textos
publicitarios es también general el empleo de cifras. Por el contrario, en
obras literarias y textos no técnicos en general, resulta preferible y más
elegante, salvo que se trate de números muy complejos, el empleo de palabras en
lugar de cifras. A este respecto pueden ofrecerse las siguientes
recomendaciones generales:
1.1. Se escribirán
preferentemente con letras:
a) Los números que pueden
expresarse en una sola palabra, esto es, del cero al veintinueve, las decenas
(treinta, cuarenta, etc.) y las centenas (cien, doscientos, etc.): Me he comprado cinco libros: tres ensayos y
dos novelas. Este año tengo cincuenta alumnos en clase. A la boda acudieron trescientos invitados.
b) Los números redondos que
pueden expresarse en dos palabras (trescientos mil, dos millones, etc.): cien mil personas a la manifestación. Ganó
tres millones en un concurso.
c) Los números que se expresan en
dos palabras unidas por la conjunción y (hasta noventa y nueve): Mi padre cumplió ochenta y siete años la
semana pasada. En la Biblioteca de Palacio hay treinta y cinco manuscritos.
No es recomendable mezclar en un
mismo enunciado números escritos con cifras y números escritos con letra; así
pues, si algún número perteneciente a las clases antes señaladas forma serie
con otros más complejos, es mejor escribirlos todos con cifras: En la Biblioteca de Palacio hay 35
manuscritos y 135 226 volúmenes impresos, 134 de ellos incunables.
d) En textos no técnicos es
preferible escribir con letras los números no excesivamente complejos referidos
a unidades de medida. En ese caso, no debe usarse el símbolo de la unidad, sino
su nombre: Recorrimos a pie los últimos
veinte kilómetros (no los últimos
veinte km). Cuando se utiliza el símbolo, es obligado escribir el número en
cifras.
e) Todos los números aproximados
o los usados con intención expresiva: Creo
que nació en mil novecientos cincuenta y tantos. Habría unas ciento cincuenta
mil personas en la manifestación. ¡Te lo he repetido un millón de veces y no me
haces caso!
f) Los números que forman parte
de locuciones o frases hechas: No hay
duda: es el número uno. Éramos cuatro gatos en la fiesta. Te da lo mismo ocho
que ochenta. A mí me pasa tres cuartos de lo mismo.
1.2. Se escribirán con cifras:
a) Los números que exigirían el
empleo de cuatro o más palabras en su escritura con letras: En verano la población asciende a 32 423
habitantes (más claro y de comprensión más rápida que treinta y dos mil
cuatrocientos veintitrés).
En algunos documentos, como
cheques bancarios, contratos, letras de cambio, etc., por razones de seguridad,
la expresión en cifras va acompañada normalmente de la expresión en palabras: Páguese al portador de este cheque la
cantidad de veinticinco mil trescientos treinta y ocho pesos.
b) Los números formados por una
parte entera y una decimal: El índice de
natalidad es de 1,5 (o 1.5, en los países que usan el punto como separador
decimal) niños por mujer. También en
este caso, en cheques bancarios, contratos, letras de cambio, etc., la
expresión numérica suele acompañarse de la expresión lingüística: Páguese al portador de este cheque la
cantidad de cien mil doscientos treinta y cuatro pesos. El sustantivo
cuantificado por una expresión numérica decimal, incluso si esta designa una cantidad
inferior a la unidad, debe ir en plural: 0,5
millones de pesos (y no 0,5 millón
de pesos).
c) Los porcentajes superiores a
diez: En las últimas elecciones votó el
84 % de la población.
Debe dejarse un espacio de
separación entre el número y el signo %. Hasta el diez suele alternar el empleo
de cifras o palabras en la indicación de los porcentajes: El 3 % (o tres por ciento) de
los encuestados dijo no estar de acuerdo con la medida. El símbolo % debe
leerse siempre «por ciento», no «por
cien», salvo en el caso del 100%, que puede expresarse en letras de tres modos:
cien por cien, cien por ciento o ciento por ciento. No debe usarse el signo % cuando
el porcentaje se expresa con palabras (el tres %). Tanto si se escribe con
cifras como con palabras, la expresión de los porcentajes debe quedar dentro de
la misma línea: 3 / %, tres / por
ciento, tres por / ciento.
d) Los números referidos a
unidades de medida, cuando van seguidos del símbolo correspondiente: Madrid dista 40 km de Guadalajara. Mañana se
alcanzarán los 35 ºC. No se deben escribir en líneas diferentes la cifra y
el símbolo: 40 / km, 35 / ºC.
e) Los números seguidos de la
abreviatura del concepto que cuantifican: 5 cms. (‘cinco centímetros’), 45
págs. (‘cuarenta y cinco páginas’), 2 vols. (‘dos volúmenes’). No se deben
escribir en líneas diferentes el número y la abreviatura: 5 / cts.
f) Los números pospuestos al
sustantivo al que se refieren (expresado o no mediante abreviatura), usados
para identificar un elemento concreto dentro de una serie: página 3 (o pág. 3),
habitación 317 (o hab. 317), número 37 (o núm. 37), tabla 7, gráfico 15, etc.
2. Ortografía de los números escritos con cifras
Para escribir correctamente los
números expresados en cifras, debe tenerse en cuenta lo siguiente:
a) Al escribir números de más de
cuatro cifras, se agruparán estas de tres en tres, empezando por la derecha, y
separando los grupos por espacios en blanco: 8 327 451 (y no por puntos o
comas, como, dependiendo de las zonas, se hacía hasta ahora: 8.327.451; 8,327,451).
Los números de cuatro cifras se escriben sin espacios de separación: 2458
(no 2 458). En ningún caso deben
repartirse en líneas diferentes las cifras que componen un número: 8 327 / 451.
b) Nunca se escriben con puntos,
comas ni blancos de separación los números referidos a años, páginas, versos,
portales de vías urbanas, códigos postales, apartados de correos, números de
artículos legales, decretos o leyes: año
2001, página 3142, código postal 28357.
c) Para separar la parte entera
de la decimal debe usarse la coma, según establece la normativa internacional: El valor de π es 3,1416. No obstante,
también se admite el uso anglosajón del punto, extendido en algunos países
americanos: El valor de π es 3.1416.
d) Las cantidades que tienen como
base un sustantivo de significación numeral como millón, millardo, billón,
trillón y cuatrillón, siempre que, al menos, las tres últimas cifras de su
escritura en números sean ceros, podrán abreviarse mezclando el uso de cifras y
letras en su escritura: 327 millones, 3,6
billones, 2 cuatrillones.
Son sustantivos, entre otras
cosas, porque si se expresa el elemento que cuantifican, este debe ir precedido
de la preposición de: 327 millones DE
habitantes, 2 millardos DE dólares. Este método abreviado no es válido para
las cantidades en miles, ya que mil no es un sustantivo (la forma sustantiva es
millar), sino que forma parte de adjetivos numerales compuestos de dos
palabras, en cuya escritura no deben mezclarse cifras y letras; así, no debe
escribirse 154 mil personas o 12 mil
millones, por la misma razón que no escribimos
30 y siete ni cincuenta y 4. Debe
escribirse 154 000 personas, 12 000 millones (o doce mil millones).
e) En la expresión abreviada de
los numerales ordinales, se utilizan cifras seguidas de letras voladas. Como
corresponde a las abreviaturas, se escribirá punto entre la cifra y la letra
volada: 1.º (primero), 2.ª (segunda),
3.er (tercer).
3. Uso de los números romanos
3.1. La numeración romana se basa
en el empleo de siete letras del alfabeto latino, a las que corresponde un
valor numérico fijo: I (= 1), V (= 5), X (= 10), L (= 50), C (= 100), D (=
500), M (= 1000). Para escribir correctamente un número utilizando este
sistema, es necesario tener en cuenta lo siguiente:
a) Aunque en textos antiguos se
usaban a veces letras minúsculas para representar los números romanos, hoy
deben utilizarse solo letras con forma mayúscula. Cuando se refieran a
sustantivos escritos en minúscula, se recomienda escribirlos en versalitas
(letras de figura mayúscula, pero del mismo tamaño que las minúsculas): siglo
V, páginas XIX-XXIII; y en versales (letras mayúsculas de tamaño superior al de
las minúsculas), cuando vayan solos o se refieran a sustantivos escritos con
inicial mayúscula: Alfonso x, ii Congreso Internacional. Cuando los
números romanos se usan con valor ordinal, no deben acompañarse de letras
voladas: tomo VI.º, II.ª Guerra Mundial.
b) No debe repetirse hoy más de
tres veces consecutivas una misma letra; así, el número 333 se escribe en
romanos CCCXXXIII; pero 444 no puede escribirse
CCCCXXXXIIII; se escribe CDXLIV. No obstante, en la antigüedad podían
repetirse hasta cuatro veces consecutivas las letras I y X.
c) Nunca se repetirá dos veces
una letra si existe otra que por sí sola representa ese valor; así, no puede
escribirse VV para representar el número
10, porque ese valor lo representa la letra X.
d) Cuando una letra va seguida de
otra de valor igual o inferior, se suman sus valores: VI (= 6), XV (= 15),
XXVII (= 27).
e) Cuando una letra va seguida de
otra de valor superior, se le resta a la segunda el valor de la primera: IV (=
4), IX (= 9), XL (= 40), XC (= 90), CD (= 400), CM (= 900).
f) El valor de los números romanos
queda multiplicado por mil tantas veces como rayas horizontales se tracen
encima: así, L— (= 50 000), M—— (= 1 000 000 000).
3.2. En la actualidad, solo se
usan los números romanos, casi siempre con valor ordinal, en los casos siguientes:
a) En monumentos o lápidas
conmemorativas, para indicar los años:
MCMXCIX (= 1999). Esta costumbre
está cayendo en desuso y actualmente es más normal usar la numeración arábiga.
b) Para indicar los siglos: siglo
XV, siglo XXI. Se escriben siempre pospuestos al nombre. No deben usarse, en
este caso, números arábigos: siglo 21.
c) Para indicar las dinastías en
ciertas culturas: los faraones de la
XVIII dinastía. Se escriben normalmente antepuestos al nombre. Pueden
sustituirse por la abreviatura del numeral ordinal correspondiente: la 18.ª
dinastía.
d) En las series de papas,
emperadores y reyes de igual nombre: Juan XXIII, Napoleón III, Felipe IV. Se
escriben siempre pospuestos al nombre.
e) En la numeración de volúmenes,
tomos, partes, libros, capítulos o cualquier otra división de una obra, así
como en la numeración de actos, cuadros o escenas en las piezas teatrales: tomo
III, libro II, capítulo IV, escena VIII. Se escriben pospuestos al nombre. En
muchos de estos casos, pueden sustituirse por las abreviaturas, antepuestas o
pospuestas, de los numerales ordinales correspondientes: tomo 3.º o 3.er tomo, capítulo 12.º o 12.º capítulo; e incluso por
números cardinales, aunque en ese caso el número solo puede ir pospuesto al
nombre: tomo 3, volumen 2, capítulo 7.
f) En la denominación de
congresos, campeonatos, certámenes, festivales, etc.: II Congreso Internacional
de la Lengua Española, XXIII Feria del Libro de Buenos Aires. Se escriben
antepuestos al nombre. Si el número resulta excesivamente complejo, se
prefiere, en su lugar, el uso de las abreviaturas de los numerales
correspondientes: 78.o Campeonato Mundial de Ajedrez.
g) Para numerar las páginas de
secciones preliminares de una obra (prólogo, introducción, etc.), con el fin de
distinguirlas de las del cuerpo central: El
autor cita a Cervantes en la página XVII del prólogo. Se escriben
pospuestos al nombre.
h) Para representar el mes en la
expresión abreviada de las fechas.